Acerca de mi.

Patronista y modelista de bolsos.

Mi nombre es Carlos J. López  soy patronista y modelista de bolsos desde hace 30 años. El objetivo principal de este espacio es compartir con todos mis experiencias como profesional y emprendedor en este sector tan interesante, sin duda una de mis grandes pasiones.

 Me he dedicado a lo largo de 30 años al patronaje y a la elaboración de prototipos de bolsos para diferentes firmas del sector ya sea como freelance o como trabajador en diferentes firmas. Llevando a cabo funciones de diseñador, patronista, modelista y en algunas ocasiones encargado del control de producción en España, Marruecos e India.

También durante estos años  he intercalado estos trabajos con otra de mis grandes pasiones la docencia, impartiendo clases en escuelas talleres (Marroquineros Cádiz) y en cursos oficiales de diseño de complementos de moda (Técnico auxiliar en Diseño de Complementos de Moda). Para Instituciones como La Junta de Andalucía, Centro Tecnológico de la piel de Ubrique (Movex), Asociación de Empresarios de La Piel, Instituto Europeo de Diseño etc. Un periodo de mi trayectoria muy interesante del cual estoy muy agradecido por la gratificante experiencia de aprender compartiendo.

Mi historia reciente.

Que ha sido de mí estos últimos años.

Han pasado ya dos años desde que cerré mi taller de patronaje y confección de bolsos.  En este taller me dediqué a ayudar a pequeñas firmas a desarrollar sus prototipos. No eran grandes firmas, sino  diseñadores que querían comenzar a fabricar sus propios productos. En este periodo, me centré en materializar sus diseños y a ponerlos en contacto  con talleres que pudieran fabricar su producción. Fue un proceso muy enriquecedor asesorar a estos emprendedores a poner en pie sus proyectos. Esporádicamente a lo largo del año impartía algunos talleres presenciales de patronaje de bolsos  con AutoCAD y una vez al año un taller más completo sobre patronaje y fabricación de bolsos. Este curso era el más completo puesto que confeccionabamos los patrones y luego hacíamos el proceso completo de fabricación de los diferentes prototipos de patronados.  Todo esto lo hacía en modo presencial lo cual limitaba mucho a los alumnos que no vivían en Ubrique a la hora de recibir estos cursos. También me limitaba mucho el no poder atender a un número más elevado de alumnos. He dedicado mucho tiempo pensando y viendo la posibilidad  de cómo trasladar todos mis conocimientos a un curso online en el que nadie se vea limitado por la distancia. 

También estudie la posibilidad de trasladarme tanto  Madrid como a Barcelona para realizar estos cursos de patronaje de bolsos, pero ya era un periodo de mi vida en el  que me sentía muy agotado y en esos momentos por la fuerza del destino y recomendado por uno de mis alumnos, recibí una propuesta muy interesante para trabajar como jefe de patronista en una firma francesa que está en pleno apogeo. Esta firma se llama Polene-Paris.  La oferta me resultó muy interesante tanto a nivel del trabajo que desempeñaría como en el aspecto económico. Tras muchas noches sin dormir y un sentimiento de tristeza por todo lo que dejaba atrás, decidí aceptarla. Ahora en 2020 llevo 2 años trabajando para esta firma siendo el encargado de confeccionar todo el patronaje  y dirigir a un equipo de patronistas maquetistas en el desarrollo de prototipo. Ha sido una experiencia muy enriquecedora y tras año trabajando en solitario en mi propio taller, tengo una agradable sensación de haberme actualizado en el puesto que desempeño. Trabajar para una gran firma tiene puntos muy interesantes pero también se convierte en un trabajo poco creativo y muy restringido a las directrices de la firma. Siempre he sido una persona  a la cual la monotonía le resulta aplastante. Necesito de proyectos nuevos para mantener mi energía latente. Si eso no ocurre, mi mente empieza a buscar otros alicientes. Es así desde que me conozco y es algo con con lo que no puedo luchar. Algunas veces me pregunto porque no soy de este tipo de personas que son capaces de hacer lo mismo durante largos periodos de tiempo y son totalmente felices. A mí, por desgracia o por fortuna, no lo sé, no me ocurre, solo es cuestión de aceptar nuestra forma de ser. Esto a priori puede parecer una tontería pero es algo que me ha costado ver y aún sigo trabajándome.

 El nuevo reto que me marco  se hace más ambicioso de lo que antes pensaba; tener mucho más foco en lo que quiero conseguir con una estrategia mucho más marcada. Tras estudiar el mercado empiezo a ver que hay un sinfín de posibilidades de crear  una plataforma bien estructurada de cursos online de patronaje de bolsos que hasta ahora no existe en el mercado. Tengo una buena ventaja y es que conozco desde cerca  las instituciones que imparten este tipo de cursos a precios caros y con un material de no tan buena calidad. Entonces el poder hacer algo que verdaderamente merezca la pena y de muy buena calidad puede ser un punto muy interesante de partida para comenzar este negocio, que me hace sentir un gran entusiasmo y ganas de que esto funcione. Recobro otra vez la ilusión de ver este proyecto en funcionamiento, aunque en el fondo tengo un poco de incertidumbre. Hay algo en mí interior que me dice que este es un buen momento para volver a empezar. Siempre aprendemos de nosotros mismos a través de las nuevas circunstancias.   

Sobre mí.

Algo más personal.

Nací en Ubrique y soy el mediano de cinco hermanos, mi padre es artista y ha dedicado la mayor parte de su vida a la pintura. Mi hermano mayor es profesor de arte en un Instituto y el resto de hermanos nos dedicamos al mundo del bolso. Es evidente que de ahí me viene toda mi inclinación hacia el diseño y patronaje. Cuando trabaje años atrás para mi propia firma de bolsos ahiss la característica principal es que todos los bolsos estaban estampados con diseños propios, dibujaba mis bocetos en papel que luego trasladaba a los tejidos de mis bolsos, el diseño y creación estampados es algo que me resulta de lo más divertido. Me defino como una persona con una vida sencilla, practico meditación y según pasan los años me va gustando más la tranquilidad, el silencio y los paseos por el campo, sobre todo soy un gran enamorado de la fotografía, una afición que practico de forma autodidacta desde que tenía 17 años cuando le pedía prestada una antigua canon de 35mm a mi hermano mayor para hacer fotografías en blanco y negro, recuerdo que poco después compre una igual de segunda mano y la llevaba siempre encima, fuera donde fuera siempre iba conmigo, aun conservo esta cámara y la tengo en un lugar visible de mi casa.

Esta foto está hecha en un camino en pleno Parque de los Alcornocales , lugar donde suelo ir a pasear cuando salgo muy estresado del trabajo, es un sitio mágico repleto de alcornoques centenarios, solo pasar diez minutos en este paraíso me renueva por dentro para unos cuantos días y lo mejor de todo es que lo tengo solo a 20 minutos en coche de mi casa.   

<< Casi todos los problemas parecen distintos después de un paseo>>

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